jueves, diciembre 09, 2004

Episodio II

En el que el narrador quizá esté dispuesto a dar detalles, o quizá, quién sabe, a revelar algún nombre o dar alguna descripción, dato, seña o domicilio.

Ayer morí. Mañana, renacido, quizá emerja otra mirada de mis ojos, mis manos quizá podrán regalar caricias nuevas. Por hoy, por esta noche, seguiré siendo el mismo. Permaneceré hasta que amanezca, perdido en este mar de perfiles que fluyen, de telas que se desploman y amontonan, en esta tormenta de sábanas rasgadas.

Su luz y la otra luz, despojada la luna de su brillo. Yace vencida, los brazos desplegados, ahíta, completada. Vertidos el uno contra el otro, quizá forja la noche lazos mas fuertes que el acero colado, mis manos le dieron forma como magma candente, aquella noche. Esta noche, qué digo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pareces imbécil, anda y cómete tol cagarro

11:29 p. m.  

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